Espárragos blancos con huevo escalfado y jamón

He de decir que en ocasiones Garbo me sigue sorprendiendo. Siendo espía de altas esferas gastronómicas, sólo faltaría… Las cenas rápidas son uno de sus fuertes y la combinación de los ingredientes que haya en la nevera, otro. Esta vez teníamos unos espárragos blancos frescos y pocas opciones para acompañarlos. Como los huevos nunca faltan en casa, siempre son un recurso fácil. Aunque he decir que la idea de la combinación no me entusiasmó, el resultado final, con unos dados minis de jamón, fue magnífico.

La preparación: cortáis las puntas de los espárragos, las peláis un poco y las cocéis unos 6 o 7 minutos en agua hirviendo. Escalfáis un huevo (sin cáscara mejor) y lo presentáis montado en un plato, sobre los espárragos. Es importante que el huevo esté en agua hirviendo sólo unos 3 minutos. Un truco para que la  clara no se esparza  en forma de hilos en el agua hirviendo es añadir en la ebullición un chorrito de vinagre, además de la sal. También puede funcionar remover el agua en círculos con una cuchara de madera, una vez hemos echado el huevo.

Por encima le echáis los dados de jamón salteados y un chorrito de aceite de oliva crudo, de buena calidad. En el momento de comerlo la yema del huevo explota, se liga con el aceite y crea una salsa riquísima.